Etapa 4: Circo de Jaffar-Cerca de Talsint
Etapa anterior: Etapa 3: Khenifra-Circo de Jaffar
Nos levantamos con el sol. Ayer, sin verlo, acampamos en lo alto de una explanada que se abre sobre el cañón del Jaffar. Las vistas son espectaculares.
Nada más bajar, ya nos encontramos las primeras dificultades. Nuestro coche se queda sin frenos. El agua de ayer ayudó a desgastar de más las pastillas traseras de freno y por los continuos golpes, se perdió una de ellas, haciendo que el pistón de la pinza de freno se salga y perdamos todo el líquido por ahí. Por suerte, alguien del grupo lleva pastillas de repuesto y podemos reparar la pinza y poner esas pastillas usadas.
Nos levantamos con el sol. Ayer, sin verlo, acampamos en lo alto de una explanada que se abre sobre el cañón del Jaffar. Las vistas son espectaculares.
Desmontamos el campamento y a las 9:00 estamos en los coches listos para bajar al cañón y pasar por el desfiladero. Mientras desmontamos, se nos acercan un padre y una niña. Casti les ofrece ropa y cosas que llevamos.
Nada más bajar, ya nos encontramos las primeras dificultades. Nuestro coche se queda sin frenos. El agua de ayer ayudó a desgastar de más las pastillas traseras de freno y por los continuos golpes, se perdió una de ellas, haciendo que el pistón de la pinza de freno se salga y perdamos todo el líquido por ahí. Por suerte, alguien del grupo lleva pastillas de repuesto y podemos reparar la pinza y poner esas pastillas usadas.
La lluvia ha desplazado rocas enormes que cortan el paso. Tenemos que apartarlas y
hacer hueco a los coches. Nos lleva un par de horas hacer un solo paso difícil. Lo más rápido que podemos vamos a la salida del cañón para poder continuar la ruta.
Salimos por pistas que nos llevan por zonas altas del Atlas. Estamos, casi de forma continuada, sobre los 2000 metros. La tierra aún está húmeda por las
lluvias de los últimos días, y hay barro en muchos sitios. Llegamos a un punto, cerca de Middelt donde nos encontramos a un grupo de moteros españoles que no pueden
pasar por la cantidad de barro en una de las pistas.
Hemos acumulado mucho más retraso.
Por la emisora empezamos a oir al grupo de rezagados.
Nos dicen que fue imposible reparar el coche de Benito en Kenitra y que Roger y Pedro fueron conduciendo toda la noche hasta Zagora (eso es casi atravesar el país
entero) porque es el único sitio donde han conseguido encontrar una bomba de agua. Mientras tanto, Josepo remolca a Benito hasta Middelt. Se le avería la bomba de
la dirección, pero la cambian y siguen ruta. Nos cuentan que en los peajes de la autopista no les dejan pasar a los dos coches juntos, por lo que tienen que
desenganchar a Beni, empujar el coche por la barrera, y volver a enganchar para seguir.
Roger y Pedro se reúnen con ellos en Middelt, reparan, y sin
dormir en casi 40 horas vienen a nuestro encuentro. Aprovechamos para comer mientras llegan.
Continuamos la ruta por pistas, atravesando pueblos donde
todos los niños y no tan niños salen a saludar o a pedirnos algo. Están acostumbrados a que los turistas les lleven siempre bolis caramelos, ropa... Y ellos piden
sin vergüenza ninguna. Algunos se enfadan cuando les dices que no tienes nada.
Llegamos a una pista que se ve recién reparada. Las lluvias torrenciales
se la han llevado en cada barranco y están reconstruyéndolas. Adelantamos a las máquinas y las cosas se ponen feas de verdad. Constantemente hay que buscar pasos
alternativos en cada barranco.
Decidimos acortar la ruta buscando atajos, el retraso que llevamos es muy grande y no podemos permitirnos más.
Vamos por pistas y por zonas donde ninguno de nosotros ha pasado nunca y nos surgen algunas dudas de por dónde seguir. En los pueblos todo el mundo nos dice que
"la piste est fermée", pero nunca es así. Siempre hay paso.
Se nos hace de noche una vez más. Y esta noche hay algo distinto. Intentamos tirar por la
pista marcada, pero está muy rota y no se puede seguir. Retrocedemos hasta donde un sitio donde hay varias excavadoras aparcadas, y un señor mayor que está allí
durmiendo nos dice que cojamos otra pista, que "la piste est bonne".
Resulta no ser cierto. Nos metemos en un berenjenal bastante grande. Se supone que
teníamos que estar cerca de Talsint, pero no es así.
Votamos continuar la ruta todo lo que podamos. Cerca de las 12 de la noche, paramos ya a cenar y
acampar. Hoy no hay risas ni historias nocturnas alrededor del fuego.
Siguiente etapa: Etapa 5: Cerca de Talsint-Merzouga
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